Coca-Cola música desastrosa

Spots y música. Aciertos y errores [Case Studio: Coca-Cola]

Hace tiempo os hablé de un spot de televisión que me gustó, pero cuya canción me pareció muy desacertada. Hoy os traigo uno caso de una música que no funciona, para mi.

Coca-Cola y su música desastrosa

El nuevo anuncio de Coca-Cola Colombia realizado por la agencia de publicidad Leo Burnett me parece una genialidad en el concepto y el desarrollo, pero la música no me transmite absolutamente nada de nada.

Como os digo, el storytelling del spot me parece maravilloso, pero creo que han estropeado todo el anuncio con la elección musical.

Como ya dije en su día, la música es un punto clave en los anuncios. ¿Qué opináis vosotros?

Las emociones venden: Audi A4

Que una marca utilice la emoción como argumento no es nuevo, más bien es algo recurrente y, aún así, el anuncio de Audio funciona perfectamente como pieza audiovisual.

¿De qué anuncio hablo?

Ahora es más fácil el decir «ah sí, yo he visto ese anuncio». Pero de buenas a primeras, no es tan fácil saber que es de Audi.

Como ya he dicho, emocionar es algo recurrente y más en este sector, pero este lo recuerdo especialmente. La primera vez que lo vi, no lo vi completo y hasta el momento en qué aparece la marca estaba convencida que era un anuncio de Apple.

El problema de que hiciera esta asociación es que, por bueno que sea el anuncio, si no se ve bastantes veces es difícil asociarlo a la marca. Emocionar es algo que pueden hacer diferentes marcas y diferentes sectores. La tecnología tampoco es exclusiva del sector del automóvil.

Si no hay elementos distintivos y que, realmente, consigan que, fácilmente, se asocie el anuncio a la marca… el anuncio es bonito, pero ineficaz.

Y con todo esto, me enamoró este anuncio. Considero que se han elegido de forma magistral las escenas para emocionar con algún clásico como la mujer embarazada viendo una ecografía (que sea un clásico no quita que no sea altamente efectivo) o el niño tocando un iPad (¿se entiende que pensara que era de Apple?) y riendo…

La emoción, a diferencia de lo racional, no es cuantificable. Cuando compramos algo porque nos emociona, no lo hacemos porqué tenga más de algo y eso es lo que hace tan atractivo emocionar en los anuncios.

Si nos emocionan, no necesitamos argumentos. Necesitamos sentir esa emoción a través del producto.

Spot y música, cuando no se elige bien [Case studio: Adeslas]

La música es un factor muy importante en los anuncios, ayuda a recordarlos mejor y empaticemos más con el spot. Por eso me sorprendió la elección de Adeslas para su anuncio actual: We are the champions. La canción me parece maravillosa y mucho más adecuada para una aseguradora la versión menos rocker que presentan, pero aún así me chirría por la letra:

We are the champions, my friend
And we’ll keep on fighting till the end
We are the champions
We are the champions
No time for losers
Because we are the champions

El claim final del anuncio reza: Número 1 en Seguros de Salud. Asociar We are the champions a ser el número 1 en seguros de salud me parece perfecto, pero creo que al elegir la canción nadie tuvo en cuenta el verso «No time for losers» que suena cuando una madre abraza a su bebé recién nacido. Justo antes de estas imágenes aparece un chico joven con el pelo rapado (asumiremos que tiene cáncer) y fue la imagen de este chico la que hizo que, para mi, esta música dejara de ser adecuada, para ser hasta ofensiva.

Si digo que el cáncer es una lucha o una batalla, no seré innovadora, miles de personas lo han dicho antes y, por eso, me parece de muy mal gusto usar una canción que dice claramente No time for losers traducido (cojo una traducción que he leído en Letras en inglés) «no es el momento para los perdedores». Estoy convencida que no han visto que se podía asociar el no time for losers con todas aquellas personas que igual no ganaron la batalla al cáncer, y que no lo hayan visto me enoja más porqué sé que un anuncio pasa por tantísimas revisiones y reuniones que no entiendo como nadie se ha cuestionado si alguien podía ofenderse.

Repito: estoy convencida que no han visto esta posible asociación, pero si yo la he visto ¿cuanta gente más puede?