Cuando el cliente no importa: Ryanair

Revisando el blog, he visto que principios de año parece que es el momento de hacer mi post » Cuando el cliente no importa». De momento hemos hablado de telefonía, mensajería y este año tocan aerolíneas.

Os explico brevemente, el 28 de diciembre me fui de viaje a Londres por unos días. Como podéis imaginar el viaje a Londres lo hice en avión y, como facturaba una maleta, llegué con (demasiada) antelación. Pensamos con mi pareja, con quien viajaba, en desayunar (pagándolo a precio de oro) y que pasara el tiempo. Yo quería aprovechar para escribir unos posts de mi otro blog y así pasarían las 2 horas que teníamos de espera.

Como soy fumadora (y sí, sé que es malísimo para la salud) queríamos ir al jardincito que hay dentro del aeropuerto de El Prat, pero oh sorpresa, en la terminal desde la que volábamos no había área de fumadores (y me esperaban unas cuantas horas allí). Primer punto negativo para el aeropuerto: cuando se podía fumar en todos lados, normal que no hubiera un área especial, pero ahora que somos unos repudiados y en un lugar como un aeropuerto que sabes que vas a pasar rato ¿cómo no habilitan un espacio de fumadores?

Como volábamos con Ryanair y no quería tener problemas con la maleta que no facturaba, cogimos el embarque preferente, así que cuando empezó a formarse la cola de rigor de media hora antes de embarcar ni nos movimos. Pasados unos 15 minutos, empezó a formarse una segunda cola (después descubrimos que eran los de embarque preferente)… se acercaba la hora de abrir las puerta de embarque, pero los vuelos que había en otras puertas cercanas y de Ryanair llevaban como una hora de retraso (y eso que eran vuelos con salida sobre las 10.00) así que no se vaticinaba nada bueno…

  
Llegó un momento que la cola de embarque preferente tenía unas 20 personas y faltaban unos 5 minutos para abrir el embarque, así que empezamos a hacer cola también nosotros (si parece ser que cuando se empieza a hacer una cola se produce un efecto mimético en todo el mundo y todos acabamos haciendo cola). Así que mientras hacíamos todos cola e ibamos aguantando a un par de personas que intentaban vendernos billetes para ir del aeropuerto al centro de Londres, vimos como llegaba un avión, pero no se enganchaba al finger, como se abrían las puertas de embarque y se volvían a cerrar… como volvían a pasar vendiéndonos los billetes, como se enganchaba el avión al finger, como abrían las puertas y las volvían a cerrar… y sobretodo como nadie de Ryanair nos decía nada.

Hace tiempo que intento dejar de esperar que las cosas sean como deberían porque me ahorro berrinches que solo me afectan a mi y no importan a las compañías, pero ¿es pedir tanto que informen de los retrasos?

Al final embarcamos casi una hora tarde y nadie dijo nada en ningún momento. Pensándolo fríamente, que te informen tampoco soluciona el problema, pero cuando no dicen nada me siento como si las compañías supieran perfectamente que los usuarios no tenemos poder y que un retraso de una hora no es importante.

Me siento como si Ryanair hubiera dicho «que pierdas una hora de tu vida no es importante para nosotros».

No, no lo han dicho, pero tampoco se han disculpado por esa hora que perdí en un aeropuerto sin saber nada y dónde me enteré que como viajero solo tienes derecho a compensación si el retraso es mayor a… ¡3 horas! Hasta que no son culpables (las compañías áereas en general) de que hayas perdido 3 horas de tu vida no tienes derecho a que te recompensen.

Violeta by Mango, comunicación para tallas ¿grandes?

Será porque ahora trabajo en el mundo de la moda, pero llevo tiempo fijándome más en la comunicación de este ámbito y, sobretodo, la que va dirigida a las llamadas tallas grandes.

No quiero engañaros, ni conscientemente ni por omisión, la empresa en la que trabajo tiene una parte enfocada a tallas grandes y, por eso, empiezo a sensibilizarme más en ese ámbito de la comunicación: yo tengo que comunicar moda y estilo a ese sector que, me da la sensación, que siempre ha estado muy olvidado.

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El otro día en Trendencias veía un artículo en el que reflexionaban si las imágenes de Violeta (la línea de tallas grandes) eran realmente para ese sector. Rotundamente digo no. No digo que Violeta no vaya al sector de Tallas grandes, digo que las fotos que mostraba Trendencias no eran de tallas grandes. Era una modelo «normal» (me gusta muy poco clasificar la moda en tallas grandes y «normales») vestida con prendas que le iban grandes y ocultaban sus formas.

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Cuando veía las imágenes del artículo me iba enervando porque ¿qué mensaje estamos enviando?  Que las mujeres con tallas más grandes no venden. ¿Cómo voy a poder comprar una prenda si no sé cómo queda de verdad? Una modelo de una talla X vestida con 3 tallas más no me muestra cómo queda la prenda realmente.

Otro día ya reflexionaré sobre el patronaje, estilo, colores… sobre cómo se puede llegar a limitar la moda a este sector. Un sector que, además, está cansado de lo que se le ha ido ofreciendo (imponiendo) y que quiere moda real.

Cuando compramos moda online, lo principal es saber cómo queda esa prenda, qué caída tiene, ¿marca las curvas?, ¿es oversize?… Si las imágenes no nos lo muestran ¿cómo vamos a comprarla?

PD: No creo que ninguna de las mujeres que aparecen en este post tengan que ser categorizadas como Tallas Grandes.

Música y publicidad: Honda CR V 2015

Hay veces que no puedo evitar reirme cuando una marca elige una canción para un anuncio… y eso es lo que me pasó cuando ví por primera vez el anuncio de Honda CR V de 2015.

De hecho más que verlo lo oí y automáticamente pensé que estaban dando una peli de Tarantino.

Que queréis que os diga, pero asociar un coche a Kill Bill no me da ninguna seguridad…

¿A alguién más le pasa?

Aquí las pruebas:

Coca-Cola música desastrosa

Spots y música. Aciertos y errores [Case Studio: Coca-Cola]

Hace tiempo os hablé de un spot de televisión que me gustó, pero cuya canción me pareció muy desacertada. Hoy os traigo uno caso de una música que no funciona, para mi.

Coca-Cola y su música desastrosa

El nuevo anuncio de Coca-Cola Colombia realizado por la agencia de publicidad Leo Burnett me parece una genialidad en el concepto y el desarrollo, pero la música no me transmite absolutamente nada de nada.

Como os digo, el storytelling del spot me parece maravilloso, pero creo que han estropeado todo el anuncio con la elección musical.

Como ya dije en su día, la música es un punto clave en los anuncios. ¿Qué opináis vosotros?

Haz que tus contenidos sean frambuesas y no dientes de león

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La cultura publicitaria yang se basa en la estrategia del diente de león. La planta del diente león lanza numerosos frutos, livianos y volátiles cuyo fin es diseminarse por el entorno. Las semillas tienen un diseño que favorece su vuelo y minúsculos ganchos que les permiten enredarse en el pelo de los animales y así llegar todavía más lejos. No todas las semillas germinan, pero no importa; son miles, alguna lo conseguirá. El diente de león basa su estrategia en la volatilidad del mensaje, que debe ser breve, efímero y múltiple. La semilla viaja, se propaga –propaganda-, transmite lo que tiene que transmitir y desaparece. La estrategia del diente de león es push, lanza mensajes a la audiencia, los anuncios, cuantos más anuncios mejor. Emplea la técnica de la insistencia.

Daniel Solana, Postpublicidad

Después de esta súper cita del libro de Daniel Solana Postpublicidad confieso que, aunque he leído el libro varias veces, jamás soy capaz de recordar qué es lo bueno: ¿pull o push? ¿ying o yang? ¿diente de león o frambuesa? Si habéis leído el libro sabréis de qué os hablo, si no ahora te lo cuento.

Los contenidos, la nueva frambuesa

Con todos estos palabros, Daniel Solana básicamente nos narra la situación de la publicidad, más bien de la comunicación. ¿Bombardear a mensajes o dejarles que elijan venir ellos? Como el título apocalíptico del libro nos avanza, estamos en una era de Postpublicidad y, como todo lo que es post, se ha reinventado y sigue haciéndolo para sobrevivir en un mundo saturado. Lo que Daniel Solana anticipaba con este libro cada día es más real, le llamemos como le llamemos. Los contenidos son esas frambuesas apetitosas que hacen que nuestro público venga a nosotros sin que tengamos que estar persiguiéndole. Es esa estrategia yin, esa estrategia pull… es esa seducción necesaria para que nos interesemos.

Después de vivir una etapa llena de dientes de león, junto con la alergia que pueden producir, llena de mensajes, llenos de impactos… Aunque aún falta para desintoxicarnos de todos los contenidos que consumimos aunque no nos intereses por el simple hecho que los hemos visto tantas veces que ya los hemos hasta asimilado.

frambuesaLa frambuesa no lanza un mensaje liviano para que se difunda, no arroja al viento su semilla, sino que produce una baya comestible, roja, dulce y perfumada, un apetitoso contenido publicitario de interés para el público objetivo, y espera pacientemente a que la gente llegue.

La frambuesa basa su estrategia en la capacidad de atracción de sus frutos.

Daniel Solana, Postpublicidad

Ir a buscar TU frambuesa es lo que la Postpublicidad ha traído.

Podéis encontrar una versión extracta del libro de forma gratuita aquí.