Cuando el cliente no importa: SEUR [Case Study]

El año pasado por estas fechas ya escribí un post titulado Cuando el cliente no importa hablando sobre la ineptitud y la falta de protección de los usuarios con las operadoras de telefonía móvil. Este año quiero contaros mi odisea particular con una empresa de transportes y si el año pasado no di nombres, este año sí.

El día 11 de diciembre hice un pedido a Asos para un regalo de Navidad y al día siguiente hice (12 de diciembre) hice otro pedido con más regalos porqué ponía que la fecha de llegada como muy tarde sería el día 20 y pensé que tenía aún unos días de margen por si había alguna incidencia.

Gmail - Gracias por tu pedido de ASOS

Al día siguiente Asos, quien ha cumplido todas las fechas, me mandó dos e-mails diciéndome que habían salido los dos paquetes a la vez y pensé que era genial porqué así me llegarían a la vez. Hasta aquí todo perfecto.

El Martes 17 Seur me mandó un e-mail y un sms para decirme que el paquete sería entregado ese día a la dirección, pero nadie vino y tampoco había ninguna notificación en el buzón. Pero como aún quedaba tiempo pensé que ya llegaría. Al día siguiente la misma historia, sms y e-mail, pero no llega el paquete. Así que aproveché y miré si tenían activa la cuenta de Twitter, que como esperaba estaba llena de quejas, pero parecía que el Community Manager respondía a todas ellas. Les mencioné y les expliqué mi problema, pero como ya era tarde (sobre las 18-19 horas supuse que no contestarían así que llamé al 902, el único número de atención al cliente, y tuve que esperar unos 5 minutos… (me molesta mucho que solo puedas comunicarte con la empresa que sea por un 902).

Al día siguiente el Community Manager me contestó, pero viendo los problemas que tenían (resulta que faltaban datos de dirección) pedí que lo dejaran en un centro SEUR y ya lo recogería yo. Allí aproveché y al chico que había, muy simpático, le pedí que me confirmara la situación del segundo paquete del que no tenía ninguna noticia y que me comprobara los datos no tuviera una segunda odisea, pero resulta que como el paquete no estaba en reparto no podía modificar los datos ni hacer nada, me dijo que tenía que ir llamando para que cuando estuviera en reparto avisaran al repartidor y modificara los datos de entrega. Le conté que había estado más de 5 minutos de teléfono esperando a un 902 y, muy amablemente, me dio un teléfono gratuito y me avisó que tardaban mucho en contestar.

 Seur - primeros tweets

 Llamé varias veces a ese número y me iban diciendo que la situación del paquete era sin ubicación y yo, ingenua como soy a veces, creía que era un estado normal, pero resulta que no que cuando te dicen que está sin ubicación lo que quiere decir es que ha entrado en el almacén de SEUR, pero está perdido completamente por allí y por lo tanto no saben cuando lo entregarán porqué primero tienen que encontrarlo. Me costó 2 días y varias llamadas que me dijeran que sin ubicación significaba perdido por el almacén.

Finalmente el 23 de diciembre me mandaron un e-mail avisándome que se entregaba ese día, pero… oh sorpresa, no llegó. (Aunque había conseguido que pusieran una nota al repartidor avisando del problema con la dirección de entrega). Miré en la web de SEUR que puedes hacer el seguimiento y me decía DESTINATARIO DESCONOCIDO. Ese día ya sí que monté en cólera, les volví a mencionar en Twitter y entramos en una cadena de DMs para ver qué había pasado. DMs que voy a copiáros porqué no tiene desperdicio la gestión del Community Manager.

SEUR - Destinatario desconocidoVoy poniendo todas las imágenes para que veáis que la historia fue como os la cuento.

1r DM - Seur ineptitud 2n DM - SEUR ineptos 3r DM - Seur ineptos

Dejando de lado todos los problemas logísticos que puedan surgir en un envío, mis momentos de máxima incredulidad fueron:

  • Cuando el Community Manager se coronó el solito dándome las gracias por seguirles cuando les seguía para que pudieran responderme los DMs y solucionar mi incidencia.
  • Cuando tienen las narices de decirme Destinatario Desconocido después de unas 15 llamadas confirmando datos.

Y el último momentazo, que lamentándolo no puedo poneros una imagen, porqué no la hice en su momento, fue cuando me dijeron que saldría a reparto el día 30 y les recordé que me habían dicho el día anterior que saldría el 27. El Community Manager no me respondió y cuando intenté mandar un nuevo DM me daba error, como si estuvieran bloqueados mis DMs.

Después de este episodio sólo soy capaz de pensar en lo mal que me han tratado porqué me he sentido engañada tantas veces. Hay problemas con repartos cada día, eso lo puedo entender. Obviamente, que molesta cuando te pasa a ti y más con regalos de Navidad, pero lo podía entender. Lo que sí que es incomprensible es que te vayan diciendo varios días «Mañana saldrá en reparto» cuando no es así porqué te obligan a estar todo el día en casa (el horario es de 9-20h y no avisan de en qué franja pasarán) y lo único que sientes es rabia e impotencia. Eso sin contar con cómo se coronó el CM, cuando tienes un usuario cabreado (y os prometo que lo estaba mucho) como mínimo no le mandes el DM que mandas a todos para dar las gracias por seguirte porque conseguirás que te manden a la… (ya acabáis vosotros la frase)

¿Vosotros habéis sufrido algún incidente así con un servicio de mensajería?

 

Cuando el cliente no importa

© Flickr | Fiat-Chris

© Flickr | Fiat-Chris

Todos hemos sufrido algun caso de maltrato por parte de una empresa de la que somos clientes. Nadie se escapa de su prepotencia, sobretodo cuando saben que por contrato tienes que quedarte con ellos. Y sí, en efecto, para todos aquellos que se han sentido identificados, estoy hablando de las operadoras de teléfono.

Este ha sido mi caso de estas Navidades

Por Reyes, de forma anticipada, me regalaron un teléfono móvil que requería de una tarjeta SIM especial (como tantos ahora). Cuando compramos el teléfono, con renovación de contrato de permanencia incluida, nos dijeron que en ese momento solo disponían de una SIM de las que requiere mi teléfono y que, justamente, estaba reservada. Así que nos fuimos con el teléfono y nada más.

Hasta aquí nada extraño.

smartphone-c-simplesketch

© Flickr | simplesketch

Fuimos a diferentes sitios (todos del operador en cuestión) para conseguir la tarjetita. En el primero dijeron que no había problema, que la hacían en el momento y ¡que tenían! Perfecto pensé, hasta que mi pareja tuvo la gran idea de preguntar si mi SIM seguiría funcionando y nos contestaron que no, que cuando activaran la SIM especial la mía dejaría de estar operativa. Así que decidimos pensarlo porqué el teléfono era un regalo de Reyes y era pasar una semana sin móvil. Mientras lo pensabamos, aproveché para llamar a atención al cliente de mi operador ya que no entendía por qué mi SIM dejaría de funcionar. Según me dijeron es un protocolo porque los duplicados de SIM (sí, cambiar de SIM para que sea compatible con tu teléfono es un duplicado) se hacen cuando hay un robo o pérdida del teléfono y ya han estandarizado anular la SIM anterior. En esas empecé a pensar en las personas que igual querrían sorprender a alguien regalando un teléfono… ¿mi conclusión? o adiós sorpresa o mejor que sea capaz de vivir (y no darse cuenta) sin móvil.

Comienza la locura

Desestimamos la idea de coger la SIM en ese momento y decidimos esperar al sábado 5 por la tarde para así solo estar unas horas sin teléfono. El sábado 5 vamos a la tienda donde compramos el teléfono y nos dicen que no tienen y que, además, no saben cuando tendrán porque se están retrasando. (Son las fechas nos dicen…)

© Flickr | zanydog

© Flickr | zanydog

Volvemos a la tienda donde el otro día nos dijeron que tenían (además con emfásis, como si tuvieran muchas) y nos comentan que la máquina para cortar tarjetas está estropeada y que, además, del tamaño que necesita mi teléfono no las hacen (¿No? ¿El otro día no era que sí?) Vamos a otra tienda de mi operador y tampoco tienen, pero nos comentan que cerca hay una tienda donde cortan las tarjetas para adapatarlas (menudo yuyú… Sí, ese era mi pensamiento). Vamos, cortan mi SIM y me quedo sin teléfono y sin la certeza de si funcionaría bién eso…

Creo que mi cara reflejaba el pánico de pasar un día entero sin SIM (en Reyes todo estaría cerrado) así que probamos en otra tienda de mi operador donde nos comentan que cuando compramos el teléfono la tienda tenía la obligación de darme una SIM para él y que, además, estuviera activa. Teniendo en cuenta la de tiendas y vueltas que llevábamos mi ira iba en aumento y decidimos volver a la tienda original para… para comentar el caso y el descontento. Antes, por si a caso, llamamos a atención al cliente para comentar la situación y que nos dijeran quién tenía razón (en previsión que en la tienda original nos dirían que eso no era así). Según atención al cliente, sí: yo debería haber salido de la tienda con teléfono nuevo activo.

De vuelta a la primera tienda, comentamos lo que nos han dicho en otra tienda y, como era de esperar, nos dicen que eso no es así. Cuando digo que he hablado con el operador (y no una tienda) y que me han dicho que era responsabilidad de la tienda donde compraba el teléfono darme una SIM. Me dicen que lo único que pueden hacer es reservarme una SIM cuando les lleguen. Al final reservamos una tarjeta y me dicen que deberían tenerla el siguiente miércoles. Así que me quedé deseando que mi pobre SIM mutilada funcionará con el teléfono nuevo.

Día de Reyes

Abrí mi regalo, probamos si funcionaba mi tarjeta mutilada y… Sí, !funcionó! Con mi teléfono nuevo, más contenta que una niña con zapatitos nuevos. Pero aún así, en cuanto pude fuí a buscar la SIM que tenía reservada y, por suerte, tuvieron la decencia de no cobrármela (un duplicado de tarjeta tiene un coste de 5€ del que no me informaron cuando compré el teléfono nuevo).

Conclusión

Me parece más que indignante que:

  • En la tienda no me avisasen de costes asociados al cambio de tarjeta.
  • No pudiera tener operativas las dos tarjetas. Entiendo que no puedan estar encendidos los dos teléfonos, pero ¿las dos tarjetas?
  • Que, en caso de que le pase algo al teléfono y tengan que repararlo, tenga que hacer un duplicado para tener una SIM y después hacer otro duplicado para volver a tener la SIM especial.
  • La falta de información y coordinación entre las tiendas distribuidoras y el operador.
  • Que, como me comentaron, solo les lleguen a las tiendas tantas tarjetas especiales como teléfonos porqué, como estuve hablando con una de las dependientas, si alguien compra el teléfono libre y después quiere una SIM especial no pueden negarse a vendérsela.

Por suerte, mi historia acaba bien, pero aún así me dejó con la sensación que una vez has firmado un contrato de permanencia dejas de importar porqué por mal servicio que te den vas a quedarte o pagar una multa estratosférica.

No digo la empresa con la que he tenido el problema porqué sé que pasa con todas. Y si me pongo a contar problemas anteriores, con otras compañías, no acabo jamás.

¿Vosotros habéis sido víctimas del abuso de poder de alguna compañía?

Case studio: Kiehl’s

La marca estadounidense de cosmética Kiehl’s llegó en Europa no hace mucho tiempo con un concepto que contrasta bastante con el imperante en este continente por lo que hace a las firmas de belleza.

Entrar en una tienda de esta marca es toda una experiencia a la que las europeas no estábamos acostumbradas. Los productos de belleza, de grandes firmas, los encontramos en tiendas especializadas, espacios como Sephora, El Corte Inglés o perfumerías y en esos espacios no esperamos encontrar gente con bata blanca como médicos o farmacéuticos.

Esta marca se creó en 1851 en Estados Unidos por John Kiehl y nació como farmacia. La base del negocio estaba en la originalidad y la riqueza de sus productos cosméticos, farmacéuticos, botánicos y medicinales. Su discípulo, Irving Morse, compra el negocio en 1921, manteniéndole el nombre. En 2000 empieza la internacionalización de la marca exportó Kiehl’s a Europa lo hizo de la misma manera que funciona en Estados Unidos, con un concepto de tienda que está a medio camino entre una tienda de cosmética y una farmacia. Los dependientes de Kiehl’s van con bata blanca, cosa que siempre da una imagen de experto y prescriptor.

El núcleo de la comunicación de esta marca se basa en la experiencia en tienda. Con el añadido que no son tiendas inmensas y generalmente siempre pueden atenderte rápidamente. Una experiencia completamente Kiehl’s empieza por un chequeo rápido de tu piel para ver de qué tipo es, además de un cuestionario para saber todas tus malas costumbres y tus preocupaciones. Teniendo en cuenta estos dos factores te recomiendan toda una rutina de belleza específica para ti.

Su punto fuerte, para mi, es su política con las muestras. Para personas que, como yo, son peculiares con las cremas y les gusta probarlas unos días antes de decidir encontrarán en Kiehl’s su paraíso particular. Tienen muestra de casi todos sus productos y si pides alguna SIEMPRE te la darán. Al contrario que otras marcas en las que parece una utopía conseguir una muestra, en Kiehl’s creen que la mejor manera de convencerte para que compres un producto es dejándote probarlo. Como ellos mismos dicen: “En cada una de nuestras boutiques, nuestros Representantes de Servicio al Cliente toman el tiempo necesario para tratar las necesidades individuales de nuestros clientes. Cuando visitas una tienda o un mostrador de Kiehl’s en cualquier parte del mundo, debes esperar recibir una consulta personalizada sobre el cuidado de la piel y el cabello, seguidas de las recomendaciones sobre los productos apropiados. Este servicio personalizado está extendido por todo un programa exclusivo de muestras en el cual tú, nuestro cliente, estás invitado a probar una fórmula antes de comprarla

He hablado de este tema con varias personas, expertas y no expertas en el sector, y el resultado siempre es el mismo: los expertos en comunicación creen que es una gran idea, mientras que los no expertos creen que es un error.

¿Tu qué opinas?